Pocos cambios a la vista los que presenta la décima entrega de la familia Ghost de Brooks Running, que sigue bien colocado en ese segmento de zapatillas de entrenamiento con muy buena amortiguación para corredores de pisada neutra. Es más, las Brooks Ghost 10 se sitúan a altura de modelos de referencia como las Mizuno Wave Rider 20 o las Saucony Ride 9, por ejemplo. Aunque, bien es cierto que se queda un peldaño por debajo de las icónicas Brooks Glycerin, que ya han alcanzado su decimoquinta versión en el mercado.
Así que línea continuista de las Brooks Ghost 10 con respecto a ediciones anteriores, aunque con la idea de seguir mejorando la experiencia del corredor, las Brooks Ghost 10 incorpora pequeños ajustes que se hacen notar su parte superior. Aquí se han dispuesto nuevas superposiciones en la zona del mediopié, que permiten envolver el pie, y también proporcionan un ajuste más seguro. Además, este upper de las Brooks Ghost 10 llevan incluida la exclusiva tecnología 3D Fit Print, y una zona interior sin costuras, lo que favorece una ajuste más amable y cómodo.
En el resto de prestaciones, los puntos fuertes de las Brooks Ghost 10 siguen siendo los mismos que los de su antecesora, Brooks Ghost 9. Con el innovador sistema BiomoGo DNA, el cual asegura una capacidad amortiguadora más adaptable y con mejor respuesta.
En la suela, los cosas tampoco varían prácticamente nada, y vuelve a recurrirse a la combinación de materiales: más resistentes y duraderos en la zona del talón, y más blandos y amortiguados en la zona delantera (Blown Rubber).
Con un drop de 12 mm, otro aspecto que tampoco difiere del anterior modelo de la saga Ghost, estas Brooks Ghost 10 se constituyen como una zapatilla de running flexible, ligera y muy bien amortiguada para corredores de peso más bien medio, y aptas para cubrir todo tipo de distancias sobre asfalto.
Brooks Ghost 10